Por regla general se sabe que la obediencia trae como consecuencia la felicidad y paz absoluta; mientras que la desobediencia acarrea dudas, temor y falta de confianza en las personas. Cuanto antes podamos enseñar este principio a los hijos, mayores serán las recompensas que ellos lograrán en sus vidas.

Existen cuatro principios morales que en calidad de padres necesitamos enseñar a nuestros hijos, a fin de que ellos puedan decidir prudentemente cuál es el mejor camino a escoger.

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